viernes, 13 de mayo de 2016

Lago Cardiel

Es bien sabido que los pescadores deportivos suelen realizar miles de kilómetros para llegar hasta el ansiado espejo de agua que les brinde el placer de una buena pesca. En nuestro caso, la ruta nacional 40 nos dejó casi en las puertas de lago Cardiel, hábitat de buenos salmónidos. 

Para llegar hasta allí, debimos transitar caminos o senderos pedregosos donde el color gris era el común denominador. Desde lejos ya divisábamos el lago y nos emocionó ver el contraste tonal: cuando las condiciones de luz lo permiten, sus aguas son de color azul turquesa. 

Rodeado de cerros con gran barranco, es alimentado por muchos ríos de montaña con agua de deshielo y por vertientes que surgen naturalmente de la piedra. Dicho caudal se suma al río principal, el Cardiel, en cuya orilla del este el fuerte viento imperante acumula arenas gruesas sobre una superficie casi desértica. 

Parece un paisaje lunar, ya que la roca volcánica de distintos tonos amarronados muestra el paso de las distintas acciones geológicas del pasado. Según nos informaron, se han hallado restos de reptiles y especies que asegurarían que la zona estuvo cubierta por agua de mar hace millones de años. 

Entre los pescadores circula una historia que cuenta cómo el lago logró una amplia población de peces. Parece ser que en la década del ‘40 del siglo pasado, un avión que llevaba carga de alevinos y tenía como destino el lago Fagnano en Tierra del Fuego se vio obligado a desprenderse de la misma por un fuerte frente de tormenta. Lo hizo en ese lago aún desconocido y sin querer sembró de salmónidos al Cardiel para siempre. 

Todos los años durante Semana Santa la Secretaría de Deportes de la Municipalidad de Gobernador Gregores organiza la Fiesta del Salmón en el lago Cardiel. Llegan pescadores de todas las procedencias a lograr alguna de las especies salmónidas: truchas arcoiris, fontinalis o el salmón encerrado, que son de muy buen tamaño. Son varias las categorías de pesca individual o por equipos, para ambos sexos y juveniles. Los amantes de la pesca desde kayaks han solicitado se agregue esta nueva categoría. 

Disfrutamos del potencial de este lago y de la tranquilidad única que ofrece. Quizás esto se deba a que la distancia hasta allí a veces juega en contra para muchos que no desean hacer tantos kilómetros por ruta. En nuestro caso, se cumplieron con creces las expectativas, ya que este lago que lleva el nombre del padre jesuita José Cardiel nos significó un desafío en nuestros recorridos por la querida Patagonia argentina.
El Lago Cardiel cuenta con una superficie aproximada de 480 Km. cuadrados, a 270 metros sobre el nivel del mar. Se encuentra encajado entre altas montañas barrancosas y hacia él confluyen los derrames de la meseta de La Muerte. Son una serie de riachos temporarios provenientes de la fusión de la nieve y de las aguas de filtración que manan al pie de la cubierta basáltica. Uno de estos riachos, el principal, es el Río Cardiel.
En su costa Este se acumulan grandes cantidades de arena, arrastradas por los vientos del oeste que barren la meseta circundante. Son de carácter salino y por ende no es recomendable su ingestión.
En sus alrededores casi no hay vegetación, debido al clima continental frío y con muy pocas lluvias. Predominan los suelos desnudos o cubiertos de vegetaciones xerófilas, propia de los desiertos.
El rasgo más destacado del paisaje son las planicies elevadas cubiertas de basaltos, una piedra color marrón que demuestra que en otras eras geológicas toda la región estuvo cubierta por el mar. Una prueba más de esto es el hallazgo de restos de reptiles y demás especies de mar.



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