viernes, 13 de mayo de 2016

Lago Lugu

Lago Lugu, China. Alacuo, una belleza de 18 años de este pueblo aferrado a sus tradiciones, quiere hacer algo radical. Quiere casarse y establecerse. "Mi madre opina que debería ser como ella y tener varios amantes. Pero yo quiero alguien que esté conmigo todo el tiempo", declara Alacuo.Alacuo vive en el legendario reino de las mujeres, una sociedad matriarcal de 47.000 habitantes que ocupa las orillas del Lugu, en un rincón apartado del sur de China.

Las mujeres del grupo étnico Mosuo, descendiente de nómadas tibetanos, son quienes toman las decisiones y administran el dinero. La propiedad y el nombre pasan de madre a hija. No es habitual que una mujer se case.
En este capitulo de la secuela dedicada al Suroeste de China quiero contarte sobre nuestra experiencia en el lago Lugu, la cuenca de formación volcánica situada en la frontera entre las provincias de Yunnan y Sichuan. Te hablare de sus colores increíbles, sus asados, el Mar de Hierba y Zhaxi, legendario playboy.
A la mañana siguiente nos levantamos temprano para ir en busca de un medio de transporte que nos permita explorar el lago, que si te fijas bien en el mapa, tiene un perímetro bastante grande y entre otras cosas tiene forma de una pata de oso
Como de costumbre, basta con querer pagar para encotrar alguna solución. Negociamos con una mujercita dispuesta a darnos un paseo en el lago con su minivan, pero nos pide trescientos Kuai. Un poco caro…

Feng, mujer de muchos recursos, vuelve al hostal y reúne a cuatro aspirantes a Indiana Jones con el fin de rebajar el precio a cincuenta Kuai por cabeza.

Y así, incluso si esta lloviendo a cántaros, partimos.

Entramos en Sichuan y paramos varias veces, todas debidas a la misma enfermedad: la fotografía.

¿Cómo resistirse? A pesar de la incesante lluvia el espectáculo es onírico, difícil describir con palabras, y mucho menos con un simple artilugio capturador de luz 
Pasamos por Xiao Luoshui y Zuosuo (donde compro los billetes que en dos días me van a permitir dejar Yunnan por los pandas de Chengdu) hasta llegar al Caohai Qiao (Puente del Mar de Hierba), también conocido como el Puente del Matrimonio Andante, que descaradamente cruzamos sin casarnos.
Al final del puente hay un mercado en lugar pintoresco donde uno de nuestros compañeros de aventura es persuadido por su novia para comprar un sapo que pesa una kilo o dos: se lo comerán para la cena, me explican, si son capaces de matarlo. Parece que el sapo es uno de los animales comestibles más difíciles de descuartizar (su palabra), principalmente debido a su peculiar característica de expulsar sangre por todos los orificios apenas perforados.




No hay comentarios:

Publicar un comentario